En la tarde-noche de ayer concluyeron las lecciones de
filosofía que venían celebrándose desde el lunes 18 en el marco de nuestras
Jornadas Culturales. En esta sexta edición, hemos hablado y debatido con
efusión sobre la relación entre la filosofía y el poder político.
Las ponencias han tenido una excelente acogida este año y
una participación sin precedentes. Los coloquios posteriores a cada una de las
charlas, especialmente en el último día, nos han dejado un buen sabor de boca y
todos los participantes han aportado interesantísimas ideas. Por ello, desde la
organización, no podemos sino agradeceros tan entusiasta participación. A todos, gracias.
El primer día, el profesor D. Manuel Paz Marcos comenzó
su exposición dando unas breves pinceladas sobre la concepción del poder que
tenían los griegos y las diferencias entre su democracia y la nuestra. Tras
esta sucinta introducción, rápidamente pasamos al origen de la modernidad, el
Renacimiento, donde nos encontramos tres propuestas esenciales: el realismo
político de Maquiavelo (de quien
pueden consultar una breve pero muy accesible biografía- en tres partes: aquí, aquí y por último aquí),
las ideas de la Escuela de Salamanca
(creadores del derecho de gentes, origen del actual derecho internacional) y
los escritos de los filósofos utópicos (principalmente
Tomás Moro, pero también Campanella con su libro La ciudad del sol y Francis Bacon con La nueva Atlántida. Para una descripción de la historia de las
utopías pueden leer este breve artículo que enlazamos aquí.
En el ámbito histórico, estas corrientes quedan marcadas
con las guerras de religión que acaban con el importante tratado de la Paz de Westfalia.
Las consecuencias de dicho tratado en las Islas Británicas darán como resultado
el surgimiento de uno de los pilares básicos de la democracia, la tolerancia.
La última jornada fue, sin duda, la más participativa y
en ella D. Manuel Paz, tras mencionar a Kant y su tratado Sobre la paz
perpetua y hablar con
brevedad de los principales problemas de la situación política en España, dio
la palabra a los asistentes, quienes con sus aportaciones, ideas y comentarios
llevaron a cabo un más que fructífero debate.
Entre las conclusiones a las que llegamos, la principal
de ellas fue que los tres problemas de base de nuestro país son:
- · Que los españoles aún no distinguimos bien en qué consiste la voluntad general (que frecuentemente confundimos con la voluntad de la mayoría) ni el estado de derecho.
- · Que la división de poderes en España es muy pobre y el control entre ellos y sobre ellos es también mínimo porque apenas hay sociedad civil.
- · Que la pobreza de la sociedad civil es resultado de la inexistencia de un proceso de educación democrática serio.
La consecuencia más
grave de todo esto es, sin lugar a dudas, la corrupción.
Durante los tres días, fueron varios los libros y
recomendaciones bibliográficas que surgieron en las conversaciones que
mantuvimos. D. Óscar Pacheco mencionó a Henry David Thoureau y su tratado sobre
La desobediencia civil. Así mismo,
ante la difícil evaluación de la figura de Rousseau, se habló también, aunque
no tenga relación alguna con la política, de la también contradictoria obra de
Nietzsche. A raíz de esto, D. Manuel Paz recomendó la lectura del ensayo de
Manuel Seoane sobre Nietzsche.
Para terminar, nos gustaría concluir con la recomendación
de un breve artículo sobre la filosofía política de Leo Strauss, autor que no ha
sido mencionado durante estas lecciones, pero que tiene, sin duda, su interés.
Podéis consultarlo aquí.
Por supuesto, os animamos a continuar el debate aquí en
el blog, y también en los comentarios de Facebook.
Muchas gracias a todos
por vuestra asistencia y participación.